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EL MIEDO NO SE PUEDE DESTERRAR, SOLO SE PUEDE CONTROLAR

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Como en todo campo existen también los mitos en la oratoria. La mayoría de los oradores concuerdan que el miedo si se puede desterrar, algo que no es verdad. El miedo es parte de nuestra naturaleza, así como el hambre, la sed, la emoción, la alegría, o la ira. ¿Podemos desterrar el hambre? No por supuesto. De la misma manera el miedo no se puede desterrar, sino solo se puede CONTROLAR, así como controlamos nuestras emociones y nuestras reacciones iracundas. El miedo siempre lo tendremos ¿hasta cuando? hasta la muerte supongo. Por eso no es bueno tenerlo como un enemigo sino como un aliado, como un socio que en vez de complicarnos debe ayudarnos a esforzarnos al máximo, por ejemplo para hacer una impactante presentación.

"En muchas ocasiones, este miedo carece de base y no es más que una mentira con apariencia de realidad. A esto lo llaman el miedo irracional, porque son como fantasmas que no tienen  existencia. No obstante, se encuentra a la cabeza de la lista de los miedos del ser humano, incluso por encima del que se teme a la misma muerte; a tal grado que cuando se le pide a alguien para que diga algunas palabras ante un auditorio, prefiere morirse antes que hablar" (Alfonso Cornejo, en su obra Liderazgo)
Muchos recurren a las drogas, al alcohol y otras sustancias nocivas para poder realizar una exposición. Lo cual es muy peligroso, puede a la larga resultar contraproducente. Lo que si debemos hacer es descubrir; que nuestro cuerpo no solo alberga el miedo, alberga también el coraje, valor, fe y optimismo. Yo creo son los mejores armas para tener subyugado al miedo, en otras palabras; el mejor antídoto está dentro de nosotros.
 
¿COMO VENCER AL MIEDO DE HABLAR EN PÚBLICO? 

1. ACTITUD MENTAL POSITIVA. El desarrollo de una actitud mental positiva es fundamental para alcanzar el éxito.  la diferencia entre el pesimista y optimista radica en que el primero de llano dice que todo le saldrá mal; mientras que el segundo está casi seguro que todo saldrá bien. Cuando pensamos en positivo nuestra mente se prepara para enfrentar el desafío. Las células, los nervios y el cuerpo entero entran en acción para realizar dicha tarea. Empieza a ser optimista que nada pierdes y mucho por ganar.
La Biblia nos dice: “Según sean tus pensamientos, así serán tus acciones…” el Dr. Christian Barnard, Cirujano famoso que hizo el primer trasplante de corazón dijo: _“Todo radica en el estado mental de las personas, si piensas que puedes, podrás..”  Si dices que eres fuerte, te volverás fuerte, Si dices que eres débil, lo serás. A esto llamamos Actitud Mental Positiva.


2. HABLA SOBRE LO QUE SABES: a partir de hoy, prueba hablar con otros de algún tema que conozcas a la perfección. Notarás cómo tu conversación es más fluida y tranquila. He aquí una prueba de que cuando conoces el terreno te mueves con mayor naturalidad y casi sin miedos. Cuando expones un tema como resultado de tu propia investigación, en donde el experto en la materia eres tú. Los demás ignoran o conocen muy poco, por lo tanto;  tienes la cancha abierta para que corras por ella como te plazca. 

3. ACEPTA EL MIEDO COMO PARTE DE TU NATURALEZA HUMANA: es decir, aprende que es normal sentirlo, que todos lo sienten, y que no tienes que hacerte un gran problema por ello. Sólo está en tus manos encontrar la solución, y para eso, estamos con el curso de oratoria para ayudarte. El miedo además tiene su lado positivo porque nos ayuda a esforzarnos al máximo.
Imagínese en la selva cuando un leopardo viene hacia nosotros con malas intenciones, nuestro miedo nos alerta  que corremos riesgo, entonces nuestras facultades entran en acción, tomamos veloz carrera, saltamos y trepamos árboles con tal de ponernos a buen recaudo. Nunca antes habíamos puesto funcionar nuestras habilidades y destrezas con tanta vehemencia. De la misma manera el miedo nos ayuda a tener el máximo desempeño en una exposición. 

4. SÉ TÚ MISMO: No te compares con otros oradores. Tú eres quien eres, con tus fortalezas y debilidades, con tus características peculiares. Actúa como se fuera grande si alguna vez has admirado a alguien, eso esta bien pero tú también tienes lo propio, procura siempre ser original, no copies estilos ajenos, usa tu voz, tus movimientos, tus gestos,  y tu propia proyección hacia el público. Esto genera una buena predisposición por parte del auditorio.
Tengamos presentes que “no hay nada difícil ni imposible en este mundo, para aquel que cree poder hacerlo”. Todo es posible, todo se puede realizar, lo único que se necesita es decisión, valor y perseverancia.
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jueves

GRANDES DISCURSOS PARA RECORDAR

Resultado de imagen para Severn SuzukiEn la historia han habido grandes y elocuentes oradores, que siempre serán recordados por los pensamientos motivadores  que han emanado de sus labios. Que sin duda tienen mucha trascendencia en la vida de los líderes contemporáneos.

Severn Suzuki
"Lucho por mi futuro"
Discurso pronunciado en la Cumbre de la TIerra en 1992, Río de Janeiro.
Famoso y brillante discurso de la activista ambiental Severn Suzuki en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992) cuando contaba tan solo con 12 años de edad. --->>>
Hola, soy Severn Suzuki y represento a ECO (Environmental Children's Organization). Somos un grupo de niños de 12 y 13 años de Canadá intentando lograr un cambio: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Recaudamos nosotros mismos el dinero para venir aquí, a cinco mil millas, para decirles a ustedes, adultos, que deben cambiar su forma de actuar. Al venir aquí hoy, no tengo una agenda secreta. Lucho por mi futuro.

Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos lloros siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos.

Tengo miedo de tomar el sol debido a los agujeros en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar en Vancouver, mi hogar, con mi padre, hasta que hace unos años encontramos un pez con cáncer. Y ahora oímos que los animales y las plantas se extinguen cada día, y desaparecen para siempre.

Durante mi vida, he soñado con ver las grandes manadas de animales salvajes y las junglas y bosques repletos de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si existirán siquiera para que mis hijos los vean.

¿Tuvieron que preguntarse ustedes estas cosas cuando tenían mi edad?

Todo esto ocurre ante nuestros ojos, y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy sólo una niña y no tengo soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen.

No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.
Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de estropearlo.

Aquí, ustedes son seguramente delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanas y hermanos, tías y tíos, y todos ustedes son hijos.

Aún soy sólo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco mil millones de miembros, treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso.

Aún soy sólo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo.

Estoy enfadada, pero no estoy ciega; tengo miedo, pero no me asusta decirle al mundo cómo me siento.

En mi país derrochamos tanto… Compramos y desechamos, compramos y desechamos, y aún así, los países del Norte no comparten con los necesitados. Incluso teniendo más que suficiente, tenemos miedo de perder nuestras riquezas si las compartimos.

En Canadá vivimos una vida privilegiada, plena de comida, agua y protección. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisión.

Hace dos días, aquí en Brasil, nos sorprendimos cuando pasamos algún tiempo con unos niños que viven en la calle. Y uno de ellos nos dijo: “Desearía ser rico, y si lo fuera, daría a todos los niños de la calle comida, ropa, medicinas, un hogar, amor y afecto”.

Si un niño de la calle que no tiene nada está deseoso de compartir, ¿por qué nosotros, que lo tenemos todo, somos tan codiciosos?

No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, que el lugar donde naces marca una diferencia tremenda. Yo podría ser uno de esos niños que viven en las favelas de Río; podría ser un niño muriéndose de hambre en Somalia; un niño víctima de la guerra en Oriente Medio, o un mendigo en la India.

Aún soy sólo una niña, y sé que si todo el dinero que se gasta en guerras se utilizara para acabar con la pobreza y buscar soluciones medioambientales, la Tierra sería un lugar maravilloso.

En la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y a no ser codiciosos.

Entonces, ¿por qué fuera de casa se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos?

No olviden por qué asisten a estas conferencias: lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. Los padres deberían poder confortar a sus hijos diciendo: “todo va a salir bien”, “esto no es el fin del mundo” y “lo estamos haciendo lo mejor que podemos”.

Pero no creo que puedan decirnos eso nunca más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.

Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Los desafío: por favor, hagan que sus acciones reflejen sus palabras.
Gracias.
Resultado de imagen para martin luther kingMartin Luther King
"Tengo un Sueño" ("I Have a Dream")
Discurso pronunciado el 28 de Agosto de 1963 en Washington D.C.

...Estoy contento de reunirme con ustedes hoy... ...en lo que pasará a ser para la Historia como la más grande Manifestación por la Libertad de nuestra Nación...

...Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia.
Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra
Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.

También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.

Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.

1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina

No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.

Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"

Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".

Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas.

Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.

Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.

Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".

Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.

Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.

Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.

Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.

Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".

Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"

Washington, DC
28 de agosto de 1963
George W. Bush
"Respuesta a los ataques del 11-S"
Discurso pronunciado el 15 de Sept. del 2001 después de los ataques terroristas del 11-S
"Buenos días... este fin de semana me encuentro en extensas reuniones... con miembros de mi Consejo Nacional de Seguridad... planificando un amplio y comprensivo asalto sobre el terrorismo...

...este será otro tipo de conflicto... contra otro tipo de enemigo... es un conflicto sin campos de batalla ... un conflicto con adversarios que se creen invisibles...
Resultado de imagen para George W. Bush...pero se equivocan... van a ser descubiertos... y aprenderán lo que otros aprendieron en el pasado:... los que hacen la guerra contra los Estados Unidos han escogido su propia destrucción...

...la victoria contra el terrorismo no se logrará en una sola batalla... sino en una serie de acciones decisivas contra organizaciones de terroristas, y contra los que les dan asilo y los apoyan... estamos planeando una campaña amplia y sostenida para asegurar a nuestro país y erradicar el mal del terrorismo... y estamos empeñados en continuar hasta ver su final...

...estadounidenses de toda afiliación religiosa y cultural están comprometidos en esta meta... ayer visité el lugar de la debacle en Nueva York... y vi un espíritu increíble de sacrificio, y patriotismo... me reuní con voluntarios que han trabajado más allá del cansancio... que clamaban a nuestro país, y la gran causa que hemos emprendido... en Washington, ambos partidos políticos y ambas Cámaras del Congreso han mostrado unión extraordinaria y les estoy sumamente agradecido... un ataque terrorista diseñado a deshacernos más bien nos ha acercado y juntado como una Nación...

...en los últimos días, hemos aprendido mucho sobre el valor Americano... el valor de nuestros bomberos y policías que han sufrido una pérdida tan grande... el valor de los pasajeros abordo el vuelo United 93 que bien pueden haber luchado con los secuestradores y así haber salvado tantas vidas en tierra...
...ahora rendimos tributo a quienes murieron... y nos preparamos a responder a esos ataques sobre nuestra Nación... no aceptaré apenas una acción simbólica... nuestra respuesta tiene que ser contundente, sostenida y eficaz."

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miércoles

POEMAS DE CESAR VALLEJO


LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... ¡Yo no sé! 

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. 

Son las caídas hondas de los Cristos del alma 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. 

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. 

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

PIEDRA NEGRA SOBRE PIEDRA BLANCA

Me moriré en París con aguacero, 
un día del cual tengo ya el recuerdo. 
Me moriré en París ?y no me corro? 
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso 
estos versos, los húmeros me he puesto 
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto, 
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban 
todos sin que él les haga nada; 
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos 
los días jueves y los huesos húmeros, 
la soledad, la lluvia, los caminos...

ESPERGESIA

Yo nací un día que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo, que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero. 
Pues yo nací un día que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar: el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día que Dios estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha...Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres, sin dejar eneros.
Pues yo nací un día que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo, que mastico... y no saben
por qué en mi verso chirrían, oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben... Y no saben que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda... 
Y no saben que el misterio sintetiza... 
que él es la joroba musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo, grave.

EL MOMENTO MÁS GRAVE DE LA VIDA

Un hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida estuvo en la batalla del Marne cuando fui herido en el pecho.
Otro hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida, ocurrió en un maremoto de Yokohama, del cual salvé milagrosamente, refugiado bajo el alero de una tienda de lacas.
Y otro hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida acontece cuando duermo de día.
Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida ha estado en mi mayor soledad.
Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú.
Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida es el haber sorprendido de perfil a mi padre.
Y el ultimo hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida no ha llegado todavía.

NERVAZÓN DE ANGUSTIA

Dulce hebrea, desclava mi tránsito de arcilla; 
desclava mi tensión nerviosa y mi dolor... 
Desclava, amada eterna, mi largo afán y los 
dos clavos de mis alas y el clavo de mi amor!

Regreso del desierto donde he caído mucho; 
retira la cicuta y obsequiame tus vinos: 
espanta con un llanto de amor a mis sicarios, 
cuyos gestos son férreas cegueras de Longinos!

Desclávame mis clavos ¡oh nueva madre mía! 
¡Sinfonía de olivos, escancia tu llorar! 
Y has de esperar, sentada junto a mi carne muerta, 
cuál cede la amenaza, y la alondra se va!

Pasas... vuelves... Tus lutos trenzan mi gran cilicio 
con gotas de curare, filos de humanidad, 
la dignidad roquera que hay en tu castidad, 
y el judithesco azogue de tu miel interior.

Son las ocho de una mañana en crema brujo... 
Hay frío... Un perro pasa royendo el hueso de otro 
perro que se fue... Y empieza a llorar en mis nervios 
un fósforo que en cápsulas de silencio apagué!

Y en mi alma hereje canta su dulce fiesta asiática 
un dionisíaco hastío de café...!

DESHORA

Pureza amada, que mis ojos nunca 
llegaron a gozar. ¡Pureza absurda!

Yo sé que estabas en la carne un día, 
cuando yo hilaba aún mi embrión de vida. 
Pureza en falda neutra de colegio; 
y leche azul dentro del trigo tierno 
a la tarde de lluvia, cuando el alma 
ha roto su puñal en retirada, 
cuando ha cuajado en no sé qué probeta 
sin contenido una insolente piedra, 
cuando hay gente contenta; y cuando lloran 
párpados ciegos en purpúreas bordas.

Oh, pureza que nunca ni un recado 
me dejaste, al partir el triste barro, 
ni una migaja de tu voz; ni un nervio 
de tu convite heroico de luceros.

Alejaos de mí, buenas maldades, 
dulces bocas picantes...

Yo la recuerdo al veros ¡oh mujeres! 
Pues de la vida, en la perenne tarde, 
nació muy poco ¡pero mucho muere!

EL PAN NUESTRO

Se bebe el desayuno... Húmeda tierra 
de cementerio huele a sangre amada. 
Ciudad de invierno... La mordaz cruzada 
de una carreta que arrastrar parece 
una emoción de ayuno encadenada!

Se quisiera tocar todas las puertas, 
y preguntar por no sé quién; y luego 
ver a los pobres, y, llorando quedos, 
dar pedacitos de pan fresco a todos. 
Y saquear a los ricos sus viñedos 
con las dos manos santas 
que a un golpe de luz 
volaron desclavadas de la Cruz!

Pestaña matinal, no os levantéis! 
¡El pan nuestro de cada día dánoslo, 
Señor...!

Todos mis huesos son ajenos; 
yo tal vez los robé! 
Yo vine a darme lo que acaso estuvo 
asignado para otro; 
y pienso que, si no hubiera nacido, 
otro pobre tomara este café! 
Yo soy un mal ladrón... A dónde iré!

Y en esta hora fría, en que la tierra 
trasciende a polvo humano y es tan triste, 
quisiera yo tocar todas las puertas, 
y suplicar a no sé quién, perdón, 
y hacerle pedacitos de pan fresco 
aquí, en el horno de mi corazón...!

COMUNIÓN

Linda Regia! Tus venas son fermentos 
de mi no ser antiguo y del champaña 
negro de mi vivir!

tu cabello es la ignota raicilla 
del árbol de mi vid. 
tu cabello es la hilacha de una mitra 
de ensueño que perdí!

Tu cuerpo es la espumante escaramuza 
de un rosado Jordán; 
y ondea, como un látigo beatífico 
que humillara a la víbora del mal!

Tus brazos dan la sed de lo infinito, 
con sus castas hespérides de luz, 
cual dos blancos caminos redentores, 
dos arranques murientes de una cruz. 
Y están plasmados en la sangre invicta 
de mi imposible azul!

Tus pies son dos heráldicas alondras 
que eternamente llegan de mi ayer! 
Linda Regia! Tus pies son las dos lágrimas 
que al bajar del Espíritu ahogué, 
un Domingo de Ramos que entré al Mundo, 
ya lejos para siempre de Belén!

MADRE

Madre, me voy mañana a Santiago,
a mojarme en tu bendición y en tu llanto.
Acomodando estoy mis desengaños y el rosado
de llaga de mis falsos trajines.

Me esperará tu arco de asombro,
las tonsuradas columnas de tus ansias
que se acaban la vida. Me esperará el patio,
el corredor de abajo con sus tondos y repulgos
de fiesta. Me esperará mi sillón ayo,
aquel buen quijarudo trasto de dinástico
cuero, que para no más rezongando a las nalgas
tataranietas, de correa a correhuela.

Estoy cribando mis cariños más puros.
Estoy ejeando ¿no oyes jadear la sonda?
¿no oyes tascar dianas?
estoy plasmando tu fórmula de amor
para todos los huecos de este suelo.
Oh si se dispusieran los tácitos volantes
para todas las cintas más distantes,
para todas las citas más distintas.

Así, muerta inmortal. Así.
Bajo los dobles arcos de tu sangre, por donde
hay que pasar tan de puntillas, que hasta mi padre
para ir por allí,
humildóse hasta menos de la mitad del hombre,
hasta ser el primer pequeño que tuviste.

Así, muerta inmortal.
Entre la columnata de tus huesos
que no puede caer ni a lloros,
y a cuyo lado ni el destino pudo entrometer
ni un solo dedo suyo.
Así, muerta inmortal. Así.

LA RUEDA DEL HAMBRIENTO

Por entre mis propios dientes salgo humeando, dando voces, pujando,
bajándome los pantalones...
Váca mi estómago, váca mi yeyuno,
la miseria me saca por entre mis propios dientes,
cogido con un palito por el puño de la camisa. 

Una piedra en que sentarme
¿no habrá ahora para mí?
Aún aquella piedra en que tropieza la mujer que ha dado a luz,
la madre del cordero, la causa, la raíz,
¿ésa no habrá ahora para mí?
¡Siquiera aquella otra,
que ha pasado agachándose por mi alma!
Siquiera la calcárida o la mala (humilde océano)
o la que ya no sirve ni para ser tirada contra el hombre
ésa dádmela ahora para mí!
Siquiera la que hallaren atravesada y sola en un insulto,
ésa dádmela ahora para mí!

Siquiera la torcida y coronada, en que resuena
solamente una vez el andar de las rectas conciencias,
o, al menos, esa otra, que arrojada en digna curva,
va a caer por sí misma,
en profesión de entraña verdadera,
¡ésa dádmela ahora para mí!
Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?
Ya no más he de ser lo que siempre he de ser,
pero dadme una piedra en que sentarme,
pero dadme, por favor, un pedazo de pan en que sentarme,
pero dadme en español algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de reposarse
y después me iré...

Halló una extraña forma, está muy rota y sucia mi camisa
y ya no tengo nada, esto es horrendo.

LOS NUEVE MONSTRUOS

Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.
Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto cariño doloroso,
jamás tanta cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.
Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rosseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.
El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar...
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más).
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardido¹!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tanto cajón,
tanto minuto, tanta
lagartija y tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!
Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
¡Ah! desgraciadamente, hombre humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.

¡CUÍDATE, ESPAÑA...!
¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!…

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