Respiración diafragmática |
La falta de aire al hablar en público es un indicador de que no estamos respirando correctamente ni con la frecuencia necesaria. Porque sin aliento, y sin aire, no hay voz. Si no respiras te sentirás y te verás nervioso. Entre menos aire tengas, más aumentará tu ansiedad.
Para que la voz sea consistente, ineludiblemente hay que tomar aire en los espacios. En las comas, en los puntos seguido y aparte. Y tendrás siempre aire disponible que te servirá como combustible al motor. Tu voz se mantendrá fuerte y sonora, podrás terminar una exposición hasta de 45 minutos sin muestras de agotamiento ni nerviosismo.
Tres consejos para que puedas empezar a hablar en público sin sofocarte en un escenario muy importante:
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Regula la velocidad. Cuando hables en público debes hacerlo a
una velocidad que sea moderada, normalmente lento que cuando conversas con unos
amigos. Con esto podrás hacer una mejor administración del aire y verás que no
se te agota tan rápido, además facilitará la comprensión de tu mensaje al
hablar en público. La velocidad recomendada es de 130 a 150 palabras por
minuto.
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Haz pausas. Porque te permiten, entre otras cosas,
respirar. Algunos creen que no deben dejar de hablar ni siquiera por unos
segundos, no hay cosa tan falsa. No hay nada de malo en hacer pausas. Puedes
hacer pausas de unos 1, 2 ó 3 segundos dependiendo del caso. Al momento de
concluir una idea y prepararte para pasar a la otra, o después de lanzar una
pregunta al público, o antes de emitir una frase importante o también para
tomar un sorbo de agua.
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Respira usando el diafragma. La
respiración diafragmática es aquella respiración que se realiza de tal forma
que, al inspirar, tu estómago sube y luego baja al exhalar, la parte superior
de tu cuerpo, tus hombros y tu pecho no deben subir. Si al hablar en público
utilizas este tipo de respiración, podrás proyectar tu voz con más potencia,
descubrirás tu voz “real”, tendrás mayor control del sonido que sale de tu boca
y ¡no te sofocarás!
Como no estas habituado a respirar de esta manera, será necesario que
realices algunos ejercicios. Uno de ellos lo puedes hacer por las noches, al
momento de ir a la cama; te acuestas, pones tus manos cruzadas sobre tu
estómago e inspiras profundamente, luego vas exhalando el aire lentamente,
repite este proceso por espacio de 10 minutos. Recuerda que al hacer este
ejercicio tu estómago debe subir al momento de inhalar, no tus hombros ni tu
pecho. Dedica unos cuantos minutos a la semana para leer en voz alta, puedes
hacerlo en tres velocidades, una lenta, una normal y una rápida. Siempre usando
la respiración diafragmática.
En más de una ocasión me han preguntado: “¿Cómo puedo hablar en público sin sofocarme?”, y otros me han dicho: “siento que me quedo sin aliento al hablar”. Son muchos los que al hablar en público se encuentran con este obstáculo que parece que los dejará fuera de circulación y te puede estar pasando a ti también.